Una vez más, Frida Khalo guió
mis pasos a la hora de decidir destino.
En algún lugar leí que en
Washington D.C. se encontraba The
Natiotal Museum of Women in the Arts,
con una exposición permanente de la obra de Frida, así que en Septiembre
del 1999 las vacaciones estaban decididas, rumbo al aeropuerto internacional de
“Dulles”.
La ciudad de Washington es una
maqueta llevada a tamaño real, todo
está dónde debe estar, nada se ha dejado al azar. A Orillas del río Potomac
planificaron la ciudad y fue desarrollada a finales del siglo XVIII para servir como la capital nacional permanente, después de que diversas localidades ostentaran dicha posición desde la independencia del país, en 1776. La ciudad fue nombrada en honor a George Washington, el primer presidente de los Estados Unidos.
El clima en esa época del año,
aún estábamos en la primera quincena de Septiembre, era terriblemente húmedo.
El cambio horario nos hizo
despertarnos cuando aún era madrugada así que nos pedimos un tremendo desayuno
de servicio de habitaciones, viendo las noticias en
la tele, conectando con la actualidad informativa.
La primera visita fue a la
Estación de trenes,(The Union Station )
Sobre el plano no parecía estar lejos de
nuestro hotel, pero se convirtió en un gran paseo a lo largo de calles llenas
de edificios de distintos estilo, desde diseños modernos de acero y cemento a
viejas casitas de estilo victoriano, calles desiertas, no nos cruzamos ni a un
perro callejero y es que estas ciudades americanas no están hechas para caminar, sino
para los coches.
A las puertas de la estación hay una réplica de la Campana de la Libertad. ( la Original se encuentra en Filadelfia. Pesa unos 950 kilos y tiene una inscripción de la biblia :
“ Pregonad Libertad en la tierra a todos sus moradores”.
Fue hecha en Inglaterra y su fama se debe a que la primera vez que fue tocada en 1776 para convocar a los ciudadanos para la lectura de la Declaración de la Independencia.
Otro de los bonitos e históricos
edificios de Washington es el Edificio de la Torre:
“The Old Post Office” .
Originalmente, el edificio almacenaba los artículos que la Oficina de Correos no había podido entregar a sus destinatarios. Hoy en día es un coqueto centro comercial :
Esta construcción se acabó de construir en 1899 y fue objeto de muchas críticas ya que decían de ella que parecía "una mezcla de catedral con molino de algodón". Se convirtió en el primer inmueble federal erigido en la Avenida Pennsylvania, enlace físico entre el ejecutivo y el legislativo del gobierno de Estados Unidos.
Desde la Torre se ofrecen unas vistas privilegiadas sobre las estructuras más importantes de la capial como el Capitolio, la Casa Blanca, el Monumento a Washington, los Museos del Smithsonian, la Corte Suprema, el Monumento Conmemorativo a Lincoln o el Pentágono.
Es de los pocos sitios dónde he subido sin que me de vértigo su altura.
Por fin se veía gente por estas calles, aunque la mayoría se trataba de ejecutivos de ambos sexos, de caminar rápido, con sus sobrios trajes de chaqueta de color negros. Muchas de las mujeres portaban además de su bolso, grandes bolsas parecidas a las de deporte, supongo que para cambiarse una vez terminada su jornada laboral.
La Casa Blanca, ocupa
el número 1600 de la Avenida de Filadelfia.
Cuando se ve por la tele
imaginas un imponente edificio, a mi me pareció más bien pequeño, no es la gran
mansión que uno espera encontrar.
La Avenida Filadelfia une la
Casa Blanca con el Capitolio y hacia allí nos encaminamos.
Identificandonos
con un DNI ó Pasaporte te dan una credencial para ver una sesión del Capitolio.
Ese lugar realmente impresiona, desde la arquitectura,
la recargada decoración, los retratos de todos los presidentes y por supuesto
estar en el lugar dónde en mi opinión rigen nuestro porvenir.
A la salida nos encontramos con
la rueda de prensa de alguno de los políticos, con mi curiosidad y deformación profesional pregunté y me explicaron
que era sobre la oposición a la ley de Clinton de recogida de armas.
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En el Smithonian
Toda la zona del Smithsonian es
un enorme parque, con millones de ardillas, tan pronto están en las zonas
ajardinadas como en el asfalto.
Algunos de ellos y que visitamos : “National
Gallery of Art”dónde disfruté con los retratos de Goya, el Lacoonte y el San
Jerónimo de El Greco, Las Costureras de Velazquez…cuadros de Van Gogh, Cezane… Giotto…
http://airandspace.si.edu/visit/guides/vg_spanish.cfm
Allí se encuentra la colección
más grande de naves históricas aéreas y espaciales, como el apolo que llegó a
la Luna:
Uno de los puntos turísticos más importantes está en el entorno del “National
Mall”, con lugares tan conocidos por todas las películas que se han rodado en sus exteriores :
El Monumento a Washington, (obelisco), el Lincoln Memorial ...
Que mal sienta cuando llegas a algún monumento emblemático y te lo encuentras lleno de andamios, eso nos pasó a nosotros.
Por fin llegó la mañana en que nos tocaba visitar El Museo de Arte de Mujeres.
Y que a mi realmente, excepto
la exposición de Frida, el resto me resultó decepcionante por ser muy pobre en
obras.
Próxima parada : El FBI
entramos por si se podía visitar, pero un amabilísimo
portero de nacionalidad puertorriqueña nos explico que no era posible, aunque nos
regaló el periódico del día……..Y allí estaba este anuncio :
No tardamos en localizar
la venta de entradas, juntos en concierto el gran, único, inimitable : Barry White con EARTH WIND AND FIRE ¡!!
Nosotros erámos de los 80 ¡!
Curiosidad
: la fecha de compra de las entradas, 11 Septiembre ( dos años antes del
tristemente famoso 11S )
El concierto fue algo fabuloso,
el MCI tiene un aforo considerable y nuestras entradas estaban bastante altas,
formamos parte del colorido mezcla de razas que allí estábamos. Los estilismos de las blancas eran horteras y
contrastaban con la elegancia de las negras. Lo mejor eran los peinados llenos
de brillantina que a veces deslumbraba
más que los focos del escenario.
Recuerdo una escena del “Principe
de Zamunda”, que el novio de la protagonista era vendedor de esta brillantina.
A Barry lo veíamos perfectamente a
través de las pantallas, fue fabuloso recordar las canciones que formaron parte
de nuestra época de solteros y que estuviera junto a los míticos Earth, Wind and Fire hizo algo muy especial a este concierto.
El Edificio del FBI
En el edificio del FBI no
pudimos entrar porque acababan de suprimir las visitas guiadas que se hacián hasta la
llegada de Janet Reno, Fiscal general del Estado, motivado por problemas de espionaje. De
película, pero cierto como la vida misma.
La nombramos mucho a Janet en
casa por este motivo, dejarnos sin una de lo que habría sido la mejor visita .
Despues de nuestra frustada
visita al FBI, nada mejor que ahogar las penas en un buen local de Blues.
La
zona de ocio de la ciudad se concentra en Georgetown, que es la ciudad junto al rio Potomac dónde nació lo que luego sería
Washigton.
Aún se conservan sus construcciones de ladrillos que formaron parte de casas y naves industriales del lejano siglo XVIII. Tiene mucho encanto toda esta zona, y en uno de sus locales míticos, “El Blues Alley” pasamos una agradable velada:
Aún se conservan sus construcciones de ladrillos que formaron parte de casas y naves industriales del lejano siglo XVIII. Tiene mucho encanto toda esta zona, y en uno de sus locales míticos, “El Blues Alley” pasamos una agradable velada:
Hasta este momento todas las visitas habian sido muy culturales, era el momento del "shopping" .
En Georgetown hay centros muy bonitos llenos de fuentes y plantas,
pero el mejor es el que está en la orilla del rio Potomac y que toma el nombre
de él, además de tiendas tiene unas terrazas y restaurantes que dan a la
ribera del rio, realmente muy agradable el lugar:
También nos aventuramos a tomar
un transporte público para ir a una macro centro comercial que estaba como a 20
km. de la ciudad, allí hice buenas compras para mis hijos, sobre todo
pantalones vaqueros y chuches informáticas.
Pero no podíamos terminar
nuestra visita sin ir a lo que era en centro Gay más conocido de la ciudad,
Dupont Circle, comimos en un lugar llamado “Annieés Paramount Steak House”,
autentico local de ambiente. El lugar me llamó mucho la atención porque Chueca aún no existía, andaban nuestros armarios repletos aún.
El día de nuestra marcha le
indicamos a la persona de recepción que nos pidiera un taxi a la hora indicada y él nos
recomendó un chofer privado que tenían en el hotel, el precio era casi igual
que un taxi y sería una experiencia distinta. Así lo hicimos y nos quedamos
impresionados, con el tremenda limousine que se trataba con un chófer
elegantemente uniformado quién nos hizo un pequeño tour por la ciudad antes de
dirigirnos al aeropuerto.
Fue un viaje maravilloso,
nunca había imaginado que Whashington me resultara tan atractivo.
Próximamente : Feria de Málaga
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