viernes, 13 de septiembre de 2013

CHINA, La gran caja de Jade




Música para amenizar la lectura de este post


El motivo del destino fue un congreso de las Asociaciones de Agencia de Viaje, así que la calidad alojativa, programación y actos paralelos al congreso siempre son muy atractivos.

Algunos de los participantes, venidos de todas las Asociaciones de España así como directivos de proveedores variados, ya éramos viejos conocidos de congresos anteriores, por lo que ya el encuentro en el aeropuerto de Madrid, punto de partida, resultó muy agradable, cosa que contribuyó a que el largo viaje, aunque en vuelo directo, se hiciera más entretenido …casi sin darnos cuenta aterrizábamos en Shanghái.

Shanghái es una ciudad tremendamente especial, marcada por los contrastes entre tradición china, presencia colonial y el desarrollo económico materializado por el inconfundible skyline y los rascacielos que se han convertido en la imagen más representativa de la China moderna.

Considerada como la capital económica de China, a orillas del mar, con un importantísimo puerto y dividida en dos por el río Huangpu, la ciudad de Shanghái impresiona por sus altísimos rascacielos y los modernos edificios de la orilla derecha del río. Tanto con la luz del día, como iluminados por la noche; sea desde la zona del Bund, (muelle),  al pie de los edificios o en un crucero por el río, el cual hicimos,  la vista resulta impresionante.
Pero, siendo Shanghái una ciudad con unos contrastes tan acusados, sólo hace falta apenas cruzar el río para encontrarse con los edificios coloniales del Bund y recordar unos primeros años del siglo XX marcados por la presencia y la influencia de las potencias europeas en la ciudad de Shanghái y en otras partes de China. Una imagen que se ve aún más consolidada con la arquitectura y la tranquilidad del barrio francés, que te transportan a la vieja Europa, con tan solo cruzar unas calles.

Pero al fin y al cabo, pese a sus rascacielos, sus calles y centros comerciales o los restos coloniales europeos, no deja de ser una ciudad china en la que se mantienen las costumbres tradicionales y el modo de vida típico de cualquier otra ciudad: siempre con mucha gente, mucho tráfico y muchos puestos callejeros.


Para ver la versión de  Shanghái más turística y más tradicional de China hay que ir a las proximidades del parque Yuyuan.


La Muralla que rodea el parque tiene forma de dragón.
Aquí encontraremos los cuatro elementos básicos del Jardín Tradicional Chino: las rocas, el agua, las plantas y las estructuras arquitectónicas.

Después de ver estos preciosos jardines, dónde la masificación de visitantes a pesar de la época del año era cuantiosa, nos llevaron a visitar una fábrica dónde se elabora la famosa "seda china".

Allí pudimos ver el lavado de los capullos, como manos artesanas tratan con cariño y espero cada uno de ellos, nos hicieron estirar uno de ellos para comprobar la cantidad de seda que produce cada gusano en su transformación, increíble, creo que puede llegar a medir 10 km. el hilo de seda que sale solo de un capullo. 

Llamaba la atención, que las artesanas al cuidado de esta limpieza, a pesar de ser persona bastante mayores, sus manos estaban tersas, sin arrugas ni manchas. Nos contaron que era alguna propiedad que producía el capullo en el proceso de lavado. 

Además de la tradición y la arquitectura, Shanghái es una ciudad eminentemente comercial, allí se  pueden encontrar casi de todo, desde el negocio de falsificaciones hasta las tiendas más exclusivas de moda de East Nanjing Road.

Shanghái es una ciudad donde comprar puede convertirse en un auténtico placer, sobre todo para las compradoras compulsivas como yo. Aunque el regateo, uno de mis dones, aquí no lo podía llevar a cabo, eso sí que lo disfruté en Pekín.



CHENDGEN 

Chengde, se encuentra cerca de Beijing, a unos 230 kilómetros  de distancia, hasta allí llegamos en un "muy" entretenido viaje en tren, de unas tres horas de duración. En esas tres horas no dejaron de pasar vendedores ambulantes, nos vendieron absolutamente todo tipo de objetos inútiles, la verdad es que lo pasamos en grande, fue realmente alucinante. Yo una de las veces que vi que seguían pasando vendedores no pude evitar tener esta reacción :


Rehe (el antiguo nombre de Chengde) fue la residencia de verano de los primeros emperadores de la dinastía Qing. La ciudad aún conserva los rasgos finos de este complejo ladera, como la pared exterior y la gran extensión de zonas verdes que incorpora lagos, pagodas y palacios. 

Es un lugar tan hermoso, relajante y tranquilo que se entiende que lo eligieran los emperadores para venir con toda su corte a pasar los veranos. 

Fuera de este complejo son las impresionantes Ocho Templos Exteriores, incluido un pequeño Potala.
Pequeño Potala

El complejo,  fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1994

Los responsables turísticos de esta zona nos dieron una divertida fiesta, acompañada por las viandas típicas de la zona, distinta a nuestros usos y costumbres.
Su gastronomía no tiene nada que ver con lo que aquí llamamos "comida china", a nosotros nos resultó insípida o de extraño sabor, aún así la comimos, aunque siempre hubo excepciones que deseaban el regreso  a España para comerse un bocadillo de jamón serrano.

Son gentes muy alegres y sus bailes me hicieron recordar mucho a nuestro carnaval, en chino, pero fiesta al fin y al cabo. Yo no sé que nos pondrían en la sopa, pero allí movió las caderas hasta el que llevaba prótesis.









Y después de la diversión, quisimos conocer una de las artesanías más tradicionales chinas, la técnica del papel recortado.  Este arte ha sido catalogado por la UNESCO como una obra maestra del patrimonio oral e intangible de la humanidad, al igual que nuestro silbo gomero. 

Este trabajo artesanal ha sido muy popular en las zonas rurales del norte de China durante cientos de años.
 



De regreso a Pekín.

Estación de Tren en Chengde










Ahora un "pequeño" detalle del tren que es significativo del uso y costumbres en China :  
Ellos están acostumbrados a esputar por cualquier parte, así que te ponen en la mesa del tren, una pequeña palangana por si a alguien le dan ganas de arrojar.

Encuentro la cosa más asquerosa del mundo. Más adelante cuando estemos en las calles de la ciudad comprobaremos que en los suelos se encuentran estos "regalitos" de vez en cuando, más a menudo de lo que a uno le gustaría.
(Momento escatológico del blog, al que le buscamos su parte de humor).


El Hotel de Pekín estaba situado en zona estratégica, en una avenida principal y con un metro justo en la puerta (que a mí me vendría muy bien, ya que me llevaba directamente al mercado de la seda, lugar en el que casi me dan un puesto por las veces que fui y las amistades que hice).

Nuestra primera visita fue la "Ciudad Prohibida", menos mal!, pues mis ansias por ir allí eran enormes, avivadas por Películas como "El último Emperador".


El día que lo visitamos una niebla lo cubría, dándole así un aire más dramático a un lugar con tanta historia.

Aunque se denomina ciudad, en realidad es un palacio, 
formado por más de 980 edificios.
El  nombre de ciudad prohibida se lo dio el pueblo, ya que solo el "emperador" y los "eunucos" podían usar la entrada principal.

Sobre su historia y datos técnicos hay suficiente información en la red, así que solo me limitaré a hacer un resumen gráfico de mi visita.

Plaza de Tian´anmen
(o plaza de la Puerta de la Paz Celestial)
天安门广场 ( en Chino)

Es el símbolo de la República Popular de China.

Para muchos chinos este es un lugar de peregrinación, pues aquí está la tumba de Mao, el Monumento a los Héroes, la Gran sala del Pueblo, el Museo de la Revolución y el museo de Historia China.

Para nosotros esta plaza tienen unas proporciones descomunales, planificada al estilo de la plaza Roja de Moscú con el fin de desarrollar los actos masivos de la revolución. 

Pero su gran fama fuera de China estuvo motivada por el movimiento pro democracia de 1989, que ocasionó la muerte de ciento de manifestantes.




Un paseo por los HUTONGS

Se denominan "Hutong"  a las callejuelas  estrechas que forman el casco antiguo de la ciudad de Pekín. 

La mejor forma de recorrer esta zona es en las bicicletas tándem conducidas por un lugareño, lo que hace el recorrido más divertido aún.
 







En las puertas de las casas que conforman el barrio, hay unos símbolos circulares. Cuantos más círculos tiene, más alta es la categoría social de la familia que allí vive.

Entramos a visitar una de ellas.








Estas casas están configuradas alrededor de un patio cuadrado, centro neurálgico de la vivienda y un baño comunitario. En el patio hay colgadas jaulas con grillos, a los que cuidan y alimentan pues son considerados animales que atraen la fortuna y la buena suerte.


En nuestro recorrido por el viejo Pekín, vimos escenas de la vida en el barrio:



Músico ciego


Venta de Bicicletas por piezas


Torres Tambor y Campana
Ubicadas sobre un histórico barrio de hutongs, la Torre del Tambor y la Torre de la Campana son dos emblemáticos edificios que marcaron el ritmo de vida del antiguo Pekín.


Torre del Tambor


Torre de la Campana

El amanecer se avisaba con el repicar de una campana, mientras que el anochecer se anunciaba al son de un tambor. Desde entonces, estos rudimentarios "relojes" utilizados por el pueblo chino, fueron colocados en todas las ciudades del país.

Vistas de Pekín desde la Torre Campana
Gran Muralla

Se realizó en 12 años y su construcción comenzó dos siglos antes del nacimiento de Cristo.

La Gran Muralla se construyo con la intención de separar el imperio de los ataques de los pueblos "barbaros" que perturbaban la tranquila vida de los chinos. 
Para mi fue una gran emoción encontrarme allí, caminar un trecho en ella, incluso nos hicimos el típico diploma que te acredita que has estado en ella.
Han muerto tantas personas en su construcción que le llaman el mayor cementerio del mundo.
Muralla y un descendiente de Mao


Dicen que se ve desde la Luna,  me atrevería a decir que es el gran icono del país. 

En los alrededores, hay muchos quioscos vendiendo los clásicos recuerdos, yo me compré una diadema de emperatriz, las venden para las niñas. Ya no me la quité en todo el día, nos divertimos mucho gracias a eso, aún está en un lugar de honor en mi casa.



Después nos llevaron a visitar un taller dónde hacen los jarrones chinos. Increíble el trabajo tan detallado, las filigranas que hacen, todo manual.



Templo budista de los lamas
El Templo de los Lamas o Yonghegong es el templo budista tibetano más importante que existe fuera del Tíbet, además de uno de los centros religiosos más populares de Pekín.
Tsongkapa, Mide 6 metros y es de bronce




Y así, rezando mandalas empiezo a pensar en el próximo viaje a recordar.

Hasta la próxima entrada, gracias por leerme.


@Pepa RJ