sábado, 18 de agosto de 2012

Dublín, Regreso a los orígenes.


He querido titular así esta entrada por el siguiente motivo :  El apellido Madden tiene su origen en Irlanda . Pues hace tiempo un Madden salió buscando fortuna de su tierra y ahora un Madden volvió a dicho origen para encontrarla.
La rueda de la vida. El caso es que mi hijo nos invitó a su casa dónde se había trasladado en Agosto al encontrar el trabajo que ahora es difícil encontrar en España.
A la alegría del emotivo encuentro se añadió que Dublín es una ciudad con un encanto muy especial, principalmente debido a la alegría, simpatía y a lo acogedores que son los dublineses.

Eran fechas prenavideñas por lo que todas las calles de Dublín estaban muy bonitas adornadas.

Después del primer paseo para la toma de contacto por el centro entramos a uno de sus muchos y característicos bares, casualmente había sido el primero marcado en mi guía El Café Seine . Se trata de un típico café Parisino de la belle epoque, versión irlandesa.  Y empezamos a tomar el líquido manjar, la Guinnes. 
"Dónde fueres haz lo que vieres", yo soy muy de cumplir los refranes así que si en el país se bebe Guinnes a todas horas, me amoldo rápidamente, aunque cada una de ella sea una bomba de calorías.
Dublín como capital es una ciudad pequeña con un encanto verdaderamente especial. Irlanda se mantuvo al margen de muchos acontecimientos de la historia europea, por ejemplo nunca fue invadida por las legiones romanas. Su lejano pasado permanece vinculado a las tribus celtas y a las invasiones vikingas.


Sus tribus celtas abrazaron la fe cristiana con la misión de San Patricio, patrón de Irlanda, sobre el año 500 de nuestra era, en Dublín hay muchísimas iglesias, algunas de ellas reconvertidas en oficinas de información y turismo e incluso preciosos restaurantes :

Una de las iglesias más conocidas en las que se sigue el culto y que da nombre al barrio es la de Christ Church, junto a la cual encontraron unas ruinas celtas. Aunque llueve a menudo, eso no es impedimento para dejar de hacer las visitas y caminar por la ciudad.


Pero si se quieren dosificar las energías también puedes tomar el tranvía, que allí laman Luas, y por un precio módico puedes adquirir un bono diario. Así puedes subir y bajar cuantas veces quieras por el día y además este tranvía atraviesa todo Dublín, por lo que es algo muy práctico.

Una de las paradas imprescindibles es en el Trinity College, una de las universidades más prestigiosas de Europa

The Trinity College está erigido sobre un antiguo monasterio agustino, en sus orígenes fue universidad protestante. Entre sus muchos alumnos famosos esta Samuel Beckett( Esperando a Godot ) y ganador del premio Nobel de literatura.
Sus jardines constituyen un oasis de tranquilidad en el corazón de la ciudad y por supuesto hay dos lugares imprescindibles a visitir allí dentro, la denominada "Long Room"

 Es la biblioteca con más de doscientas mil publicaciones antiguas. Allí también se puede ver el arpa más antigua del país ( otro símbolos muy Irlandés ) .




Otra de sus joyas allí expuestas es el "El libro de Kells"

Se trata del manuscrito de los cuatro evangelios en latín, dicen que es el más decorado de todos los ejemplares existentes del medievo. Realmente es maravilloso.

Pero sigamos por las calles de Dublín dónde te cruzas con importantes personajes de su historia, como James Joyce, el famoso novelista y poeta:

O Molly Mallone, joven que vendía pescado por las calles de Dublín

Ella es la protagonista del himno "no oficial" que se canta en todas las tabernas a medida que los vasos de cerveza se van acumulando. Esta canción incluso sale en la película "La Naranja Mecánica", en la escena de un vagabundo borracho :


Es muy reconocida la fama irlandesa por la música, y puedes encontrar en cualquier calle a gente tocando, desde los más modernos instrumentos a la ascentral arpa.



El mayor  movimiento de gente se encuentra en los alrededores de la calle  O´Connell dónde se concentra la mayor zona comercial. Allí se encuentra el Spire ó Monumento a la Luz, es un larguísimo cono de acero inoxidable de 120 metros de longitud. 

No puedo dejar de nombrar un precioso y colorido  mercado de estilo victoriano:  el George Street Arcade Market, dónde se puede encontrar desde libros, ropa de segunda mano, videntes, joyerias, restaurantes...



Y otra mención muy especial, sobre todo por su historia es el Ha´Penny Bridge, puente peatonal construido sobre el río Liffey ( que atraviesa Dublín dividiendolo en dos partes), dónde antiguamente cobraban medio penique por cruzarlo, de ahí su nombre.

Me entró sed con tanto relato


Vámonos a conocer la elaboración de la famosa Guinness, no solo por la información sino por tomarla en lo alto de su edificio matriz dónde hay un precioso mirador acristalado desde  dónde se divisa todo Dublín.




Pero que sería de Dublín sin el barrio más bohemio, Temple Bar, el Pub que le da nombre a todo el barrio, dónde puedes encontrar muchísimo ambiente a cualquier hora pero especialmente a partir de las cinco de la tarde de cualquier día de la semana y dónde se encuentra muchos de los restaurantes dónde tomar alguna de sus excelentes carnes, se nota que sus vacas comen buenos pastos pues es deliciosa.





Y después de disfrutar de las calles dublinesas decidimos  hacer una excursión en tren a las afueras, el destino fue Waterford por se la primera ciudad de Irlanda, fundada por los vikingos alrededor del 900.  El trayecto fue muy agradable, divisando la campiña irlandesa salpicada de rebaños de ovejas lanudas o de granjas con vacas pastando en todo aquel verdor...


Waterford es una pequeña y tranquila ciudad con algunos elementos arquitectónicos importantes como la Torre de Reginald, desde dónde avisaban a la población en caso de invasores.
Además es conocida mundialmente por el fino cristal que allí se elabora.

De regreso a Dublín y para despedirnos hasta la próxima vez nada mejor que hacerlo brindando en alguno de sus numerosos pub.

Escuchando alguno de sus buenos músicos:


Soñando con volver pronto.

Gracias Dublín.

1 comentario:

  1. Lo prometido es deuda, retomo la lectura. Me encanto, me vi por las calles de Dublín

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